¿Porqué una obra entra en un museo?

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Exposición “El taller”
Esta exposición surgió de manera espontánea en un onomástico que duro diez días (cuál debe de ser) en la Presa del Bosque, Zitácuaro Michoacán. México. En dónde uno tenía pinceles y pigmentos y el otro bastidores. Al juntarlos empezaron a fluir ideas de lo sublime a lo ridículo, de lo complicado a lo sencillo, del dicho a la acción. Una de las frases más frecuentes en el taller es “no me lo cuentes, hazlo”.
La mecánica es sencilla: platicar, intercambiar ideas, discutir conceptos y aprendizajes de vida. En función a esto pinceles y material empiezan a vagar sobre el lienzo convirtiendo pensamiento en color.
¿A dónde vamos? No lo sabemos, tampoco importa. El hecho es que un simple taller en Michoacán se vuelve una trinchera para el combate continuo contra el artista fraudulento y contra la obra ready meade sin estética y contra el discurso de mercado. Así es que no se busca el éxito ni la fama solamente mostrar lo que hacemos y que en este espacio van a ver.

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